lunes, 8 de marzo de 2010

La Feria de la fruta intenta conquistar a la urbe paceña


Jugosos, carnosos y grandes, así se muestran los duraznos de la población valluna de Sapahaqui, y con esa singular apariencia intentan seducir a la gente que asiste a la sexta versión de la Feria de la Fruta y Productos Derivados de La Paz, que se inauguró ayer en la Subalcaldía de Mallasa y que se prolongará hasta hoy por la tarde.

Pese a que el clima sabatino se mostró agradable, pues la temperatura alcanzaba los 18 grados e invitaba a visitar la muestra, casi el total de los 80 productores se sentía insatisfecho por la afluencia de gente.

De todas maneras, los pocos asistentes comentaron que aunque hubo variedad de frutas, lo que abundó en la feria fue el durazno.

“Estos duraznos parecen bien apetitosos”, afirmó sonriente Ema Durán, ama de casa que visitó el lugar y tentada por la fruta le pedía a una de las expositoras que contara 25 unidades en su bolso, mientras ella sacaba los 25 bolivianos de su cartera para cerrar el negocio.

Marina Salas, una vecina de la zona de Obrajes, comentó que no hay fruto más carnoso y dulce que el durazno de Sapahaqui y, sin decir más, se apresuró a dar un mordisco a uno de los que había comprado.

En la feria también se ofrece uva, cuyo costo que oscila entre 2,50 y 5 bolivianos por libra, manzanas, peramotas, damascos y membrillos a 1 boliviano cada uno, y los higos, que tienen un precio de ocho bolivianos por 25 unidades.

Martha Rodríguez, ama de casa, indicó que si bien los precios de los productos son similares a los de los mercados, “en la feria uno encuentra variedad de ofertas y además, lo más importante, los vendedores atienden higiénicamente”.

Los productores, por su lado, no sólo ofrecen frutas, sino también una serie de derivados de éstas, como las mermeladas de elaboración casera a precios de entre 10 y 15 bolivianos.

Además de los duraznos en conserva en diferentes presentaciones —frascos o baldes plásticos— y que, según el tamaño, cuestan entre 20 y 70 bolivianos.

No falta el té de durazno con un valor de 10 bolivianos por paquete de 20 unidades; las bebidas, como el vino y el singani, están presentes con precios interesantes por botella: 15 y 30 bolivianos, respectivamente.

A pesar de la variada oferta, la respuesta de los consumidores desanimó a los productores frutícolas. Para Julia Durán, productora de durazno, la feria no es lo que esperaba, pues en las versiones de años pasados la afluencia fue mayor. A pesar de ello, confía en que aumentarán las visitas en lo que resta del evento.

“Si sigue como está, todo se echará a perder, lo que está empujándonos a rematarlos para no retornar a casa con lo mismo”.

Cerca del mediodía de ayer, una veintena de personas recorría la feria y se acercaba a los puestos acomodados bajo toldos amarillos. La inauguración de la feria frutícola contó con la participación de grupos folklóricos que amenizaron la sabrosa muestra.

El primer día, la muestra no tuvo muchos visitantes.

Fuente : http://www.laprensa.com.bo/noticias/07-03-10/noticias.php?nota=07_03_10_alfi1.php

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